lunes, 22 de febrero de 2016

Acero galvanizado. Las ventajas de proteger debidamente el acero.

Esta semana hemos estado trabajando en El Puntal en la costa asturiana. Nuestro trabajo ha consistido en sustituir unas portillas deterioradas por el óxido producido por el ambiente marino de la zona.

Por este motivo, en esta ocasión quiero hablaros de las características y las ventajas de galvanizar los trabajos de hierro, sobretodo, si están expuestos a ambientes agresivos con el material como lo son las zonas costeras.

La oxidación se produce fundamentalmente por la reacción química que genera la unión del oxígeno y el mineral de hiero (Fe). Mucha gente cree que es debido al contacto con el agua, pero no olvidemos que el agua está compuesta por hidrógeno y oxígeno. Si a esto le añadimos una concentración elevada de partículas de sal en el aire el proceso de deterioro se acelera sensiblemente.







El óxido además de dar una impresión de abandono, también es corrosivo.


Poco a poco, hace que el material se descomponga hasta que finalmente se deteriora completamente generando problemas estructurales.




Es el caso que nos encontramos en este trabajo del que os estoy hablando. El óxido ya ha dañado el material de tal manera que ya no es posible repararlo para que continúe con su vida útil. Ya que no solo ha desaparecido parte del material, si no, que también el óxido a agarrado las bisagras y el cierre impidiendo que las puertas abran y cierren correctamente.
De modo que no quedó más remedio que sustituir estas portillas por unas nuevas. En este caso galvanizadas por inmersión en un baño fundamentalmente compuesto a base de zinc fundido.


Al sumergir el acero en el baño galvanizado, este recubre íntegramente todo el material, en el caso de los tubos, no solo por fuera, si no que también por dentro. De este modo el material queda protegido contra la oxidación perfectamente durante al menos veinte o treinta años. Para comprobarlo, solo tenemos que fijarnos en las farolas de las calles o los guardarraíles de la carretera, que se mantienen como el primer día sin ningún tipo de mantenimiento.

Si además después de galvanizar el acero, le aplicamos un esmalte de buena calidad, prácticamente podemos decir que el material se mantendrá en perfectas condiciones permanentemente.
Otra cualidad del acero galvanizado relacionada con la pintura es que esta, se adhiere con mayor firmeza debido a las rugosidades microscópicas de la capa de galvanizado. Haciendo que la pintura sea más resistentes a lo largo del tiempo. Por lo que se reduce considerablemente el mantenimiento de la pintura ahorrándonos mucho tiempo y dinero.



Espero que este post sobre el acero galvanizado os haya resultado interesante. Ya sabéis que si tenéis cualquier duda o sugerencia sobre las características del acero o sobre cualquier trabajo de metalistería, podéis poneros en contacto conmigo para buscar una solución o para publicar futuros post relacionados con vuestras dudas.

Un saludo metalistas, nos vemos en la próxima entrada.

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