viernes, 18 de septiembre de 2015

Soldar sobre material galvanizado.

Es bastante habitual que mis amigos aficionados a al bricolaje me comenten que les resulta complicado soldar sobre material galvanizado y que las soldaduras que logran hacer, suelen tener un aspecto bastante deficiente.
Esto es debido a que la capa superficial de galvanizado, rica en zinc, posee una composición diferente a la del material de aportación, carente de zinc. Y para hacer una buena soldadura es muy importante que tanto el material a soldar como el de aportación sean lo mas homogéneos posible.

Un truco muy sencillo para soldar sobre acero galvanizado mediante cualquier proceso de soldadura (electrodo, semiautomática o TIG) es repasar con la radial la parte del material en la que vamos a realizar la soldadura. De este modo, eliminamos la capa superficial compuesta a base de zinc y soldaremos directamente sobre el acero, Obteniendo una soldadura resistente y un cordón bonito a la vista.
Por último y para que el material siga protegido, pintaremos la soldadura con un spray rico en zinc que podemos encontrar en cualquier ferretería.


Espero que este post os haya resultado útil, para conocer más trucos sobre el trabajo de la metalistería seguid al metalista. Un saludo metaleros.

martes, 8 de septiembre de 2015

Soldadura T.I.G


Detalle del proceso de soldadura.
T, I y G son las siglas en inglés de Tungsten inert gas (Tungsteno y gas inerte).

Un electrodo de Tungsteno con muy baja consumibilidad genera un arco eléctrico estable mientras un gas inerte, generalmente argón (Ar) protege el baño de fusión. El material de aportación, si fuera necesario, se aplica por medio de varillas.

Características.

Este es un proceso de soldadura muy habitual en la fabricación de metalistería, fundamentalmente a la hora de trabajar con acero inoxidable de bajo espesor. Ya que produce un arco estable y concentrado a bajas intensidades. Esto evita en gran medida, dilataciones en el material producidas por  un exceso de calor.
Otras cualidades del proceso TIG, son por ejemplo, la ausencia de proyecciones y de escoria que pudieran adherirse al material. Facilitando posteriormente el proceso de lijado y pulido.

Soldando un tubo de acero inoxidable.
Personalmente, este es uno de mis procesos de soldadura favoritos, sobre todo, por la calidad y la estética de las soldaduras, pero no todo son ventajas. Debido a que el aporte de material extra se aplica manualmente, es complicado llegar a dominar perfectamente la técnica de soldeo TIG.

La tasa de deposición de material es mucho más baja que en procesos semiautomáticos o de soldeo por electrodos. No resultando un proceso económico si trabajamos espesores mayores a 10mm.

Como en todos los procesos que utilizan gas para la protección del punto de fusión no es recomendable utilizarlo en presencia de corrientes de aire que arrastren el gas, produciéndose así soldaduras porosas y débiles.


El material de aportación.

Varillas de aportación.
La aportación de material se realiza manualmente mediante varillas. Esta característica dificulta un poco la técnica, sobre todo al principio, porque debemos acostumbrarnos a utilizar con destreza las dos manos. La mano que lleva la antorcha y la mano que sujeta la varilla.
Estas varillas han de ser lo más homogéneas al material que queremos soldar para que se produzca una fusión perfecta y del diámetro adecuado para utilizar la menor intensidad posible.
No es difícil encontrar varillas adecuadas, porque los fabricantes de materiales de soldadura las suministran en una gran variedad de aleaciones y diámetros.


A grandes rasgos, estas son las principales características del proceso de soldadura TIG. Para los que anteriormente no conocierais nada sobre este proceso de soldadura, espero os haya resultado ilustrativo e interesante y para los que ya lo conocíais y os hayáis quedado con alguna duda os invito a comentarla y encantado trataré de darles respuesta lo antes posible. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

Escalera flotante.


Hace un tiempo, el propietario de este apartamento tipo loft, me llamó porque necesitaba una escalera de un tramo para subir al ático.
El cliente tenía claro que quería una estructura sencilla,  que no desviara toda la atención y que además, no rompiera con el concepto de amplitud del apartamento.

Desde el primer momento me encantó el proyecto. Es de ese tipo de trabajos con los que disfrutas en todas las partes del proceso; dibujándolo, fabricándolo e instalándolo.
Con esas premisas en mente, me puse a trabajar y le propuse esta solución a la que entre los dos, denominamos La Escalera Flotante.
Una solución perfecta tanto para espacios diáfanos, como en este caso, como para espacios más reducidos en los que no contamos con mucho espacio y no queremos que la escalera ocupe la mayoría de el.

Al primer golpe de vista ya le gustó el diseño de la escalera, de modo que en seguida nos pusimos manos a la obra.
Y el resultado final fue esta preciosa escalera de estilo minimalista sin barandilla. Está fabricada en chapa de acero corten de 8mm de espesor y está instalada con todos los anclajes ocultos.
A lo largo de los años he fabricado muchas escaleras, de muy diferentes estilos. Pero de todas ellas, esta en concreto es una de las que más me gustan.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

La manilla

La manilla es una parte imprescindible en una puerta. Sirve fundamentalmente para poder abrir la puerta y tirar de ella. No es gran cosa, pero sin la manilla, la puerta simplemente sería un tabique más.
Generalmente, la manilla es una parte de la puerta que pasa desapercibida . Tal vez, puede ser, porque la mayoría son muy parecidas, poco llamativas, o simplemente, ¿quién se fija en una manilla?.

En el siguiente enlace encontraréis una serie de ejemplos de manillas que seguro no pasan desapercibidas para nadie. Ya sea por su forma, por su diseño o por que no, porque además sirven para algo más que para abrir, sirven para hacer más bonita una puerta.

http://elmeme.me/santiago_sarceda/las-14-manijas-de-puertas-mas-increibles-del-mundo_52170

El metalista.



El oficio de la metalistería consiste en dar forma a los metales para crear estructuras útiles y bellas al mismo tiempo. Y a la persona que lleva a cabo esta labor, se le llama metalista.

El metalista debe de ser buen conocedor de la naturaleza de los materiales con los que va a trabajar. La dureza, la flexibilidad, o el punto de fusión, son algunas de las características propias de cada aleación. Características que el metalista ha de tener en cuenta para lograr dar la forma y el acabado deseado a una pieza o a una estructura metálica.
A la vez, el metalista a de ser paciente, para trabajar delicadamente el material. Observador, para captar como responde el metal al esfuerzo de ser doblado o curvado. Preciso, a la hora de tomar medidas. Y sobre todo, respetuoso con un material que posee la cualidad de adaptarse a cualquier forma que alguien se pueda imaginar.

Soy metalista desde hace catorce años, me apasiona mi trabajo, y  me gustaría hacer llegar a cualquier persona que le pueda interesar, mi pasión por este oficio tan amplio y tan bello, el oficio de la metalistería.

En "El Metalista" hablaré de los diferentes procesos de trabajo, de los materiales y sus características, de la herramienta y el utillaje necesario para realizar un buen trabajo.También encontrarás trucos interesantes y por último algunas de mis experiencias personales en este oficio.
Me gustaría que "El Metalista"se convirtiera en una buena fuente de información para las personas que os gusta crear y construir en metal con vuestras propias manos. Y que poco a poco y entre todos creemos una comunidad que promueva la mejora continua y el buen hacer en el oficio de la metalistería.