miércoles, 5 de octubre de 2016

Restauración de barandilla de acero.

¿Qué tal, amigos del metal? Hoy os traigo un trabajo que llevamos a cabo hace unos meses. Se trata de la reparación de la barandilla que da acceso al Faro de Cudillero en Asturias.

Esta barandilla fue arrancada literalmente del lugar donde estaba instalada por un golpe de mar durante el invierno anterior. La fuerza del mar, no solo la echó abajo, si no que también,  rompió las soldaduras que unían los tubos. 

Es realmente sorprendente la fuerza que tiene el mar durante una tormenta, porque la barandilla está ubicada en una zona alta y separada unos treinta metros de la linea de la costa. Lugar hasta donde llegaron las olas y golpearon la barandilla hasta separarla entre si y arrancarla de sus anclajes.

En las siguientes imágenes podéis observar como nos encontramos la barandilla.

Estado en el que estaba la barandilla.
Candelero arrancado por la base.
                                                                                                                                                                 
En estas imágenes se aprecia perfectamente el estado en el que nos encontramos la barandilla, completamente arrancada de sus bases, con la mayor parte de los tubos doblados y las uniones de los tubos separadas. 


Soldadura rota.
Roturas en la continuidad.

El trabajo no estaba exento de dificultad, de hecho, la empresa que originalmente había realizado la instalación de la barandilla, declinó hacerse cargo de la restauración. Razón por la cual este trabajo llegó a nuestras manos.
Además si el trabajo ya era complicado de por sí, la premisa fundamental según nuestro cliente era realizar la reparación aprovechando la máxima cantidad posible de material existente. Con la intención de aliviar en la medida de lo posible el coste de la reparación.


Una vez concretados los pormenores aceptamos llevar a cabo la preparación. Trabajamos en ello durante dos semanas. En primer lugar, separamos todas las partes para poder restaurarlas independientemente. Después sustituimos los antiguos anclajes por otros mucho más fuertes y mejor fijados a la estructura de hormigón mediante varillas de acero recibidas con resina epoxi.

Una vez que teníamos las partes reparadas y los anclajes instalados, era el momento de colocar la barandilla en su lugar y proceder a realizar las uniones mediante soldadura TIG. 
Esta fue la parte más sencilla en mi opinión, ya que los anclajes había quedado bien nivelados colocar la barandilla en su sitio y con los empalmes bien enfrentados el trabajo de soldadura fue relativamente sencillo.
Por último nos quedaba el trabajo de lijar y pulir. Para eso, la mejor herramienta es la paciencia ya que las prisas en el pulido no sirven de nada. Pasamos todos los discos de lija, cada vez más finos y los trapos de algodón y cuerda junto a sus pastas abrasivas justo para darle un toque final con el disco fino de algodón y polish.

El resultado final fue el que podéis ver en estas fotografías.

Trabajo terminado
Candelero restaurado.

Vistas del mar Cantábrico.


Como podéis ver, el barandilla quedó como nueva, pero mejor aun ya que en esta ocasión, con los nuevos anclajes, quedó perfectamente fijada al suelo. De hecho este año, ya ha soportado perfectamente otro fuerte temporal. La prueba definitiva que ha hecho que consiguiéramos un nuevo y muy buen cliente.

Espero que os haya resultado interesante este proyecto. Ya sabéis que si tenéis alguna duda o pregunta respecto a cómo y con que herramientas o útiles realizamos este trabajo, podéis hacerla dejando un comentario en este post o por correo electrónico. Yo estaré encantado de poder responderos a todas las cuestiones que os puedan surgir.
Del mismo modo si tenéis interés en que escriba sobre otras cuestiones del oficio de la metalistería podéis hacerme llegar vuestras sugerencias y escribiré un post al respecto.

Un saludo amigos metalistas, nos vemos en el siguiente trabajo.

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